lunes, 11 de marzo de 2019


Una vida en un poema de amor y mil canciones DESESPERADAS.

Estoy plagiando a Neruda, lo se....seguro que no le importa.
A ella le gustaban las canciones antiguas.....” La Falsa Moneda”.... escucha mientras escribe este relato. Amante de los poemas breves , escritos en rojo, en cualquier pedazo de papel.
Nació en Noviembre – el mes de los difuntos – y parecía ser que su destino era cuidar personas hasta el final de sus días ( de las de ellos). Lo hacia encantada, nacida para ayudar....

Odiaba el frío, siempre tenía frío. Todos se reían de ella...Que más da!!! El frío, el hambre y el amor son libres. No tienen explicación. Solitaria , cariñosa, buena madre, mejor esposa. Feliz a medias entre cuatro paredes de oro....sus paredes.
Quiso ser médico (era ambiciosa), pero no pudo ser. Se quedó en maestra ( muy orgullosa de ello) y psicóloga. No sabía aún cuanta falta le iba a hacer esta última carrera. Pelirroja, pecosa, bajita, delgada. Un torbellino de energía... de fuego. Como su horóscopo Sagitario.

Isabel – el único nombre que eligió su padre. Isabel: de origen hebreo, “consagrada a Dios”. Mitad mujer, mitad niña... amiga de todos. Frágiles de carácter, buenas pedagogas. Pero sobre todo, tiernas madres. Ya que os la he presentado, paso a la historia.... resumida porque si no me dan las uvas. Es toda una telenovela.
 
Deambulando por las calles de Motril, como tantas veces, se encontró con un gato y lo llamo: miso, miso.. ( a los gatos les gusta la “s”), le lamió la mano y allí estuvieron los dos jugando un buen rato. Se levantó del suelo y siguió su paseo sin rumbo. Sin saber como, llegó a la puerta de la casa donde vivió con sus padres hasta el día que se casó. Ahora tenía otros inquilinos que la ocupaban. No pudo evitar que amargas lágrimas corrieran por sus mejillas. Echaba tanto de menos su habitación llena toda de peluches y flores. Su patio, sus violetas. Las violetas motrileñas, esas que huelen tan bien!.

Se levantó del tranco de su casa y siguió andando. Al día siguiente había “cole” y su marido ya la estaba llamando para saber donde estaba… Echó a correr cuesta abajo, con el toc toc de sus tacones como única compañía. Llegó a casa jadeando ...y ¿quién la recibió?: “Sparrow” (su gato).

Mientras prepara la cena canta bajito (“ El día que nací yo... que planeta reinaría”). Ropa, cena, cama ducha y a dormir. Bueno a dormir los demás, porque esta pelirroja duerme poco. Dedica sus horas de insomnio a deambular por la casa, a escuchar música, a escribir relatos. No te cansas – le pregunta su hijo-. No tesoro, puede que me harte pero no me canso. Dejaría de ser yo.
Ya casi está amaneciendo Tarde ya para intentar dormir... así que café y teletexto. Siempre veía amanecer así… Despierta a su hijo y a su marido. Arregla la casa, una ducha y a la calle “de cabeza”. No soporta estar encerrada. Le encanta el sol!!!
El segundo café en cualquier terraza. “Un solo largo con hielo”, “por favor”. La educación lo primero, faltaría más. La enseñaron bien sus monjitas de la Presentación. Un paseo, algún capricho, ( si no sirve para nada, mejor!!!). Y vuelta a casa. Se cambia de ropa, se pone algo cómodo y a la tarea otra vez. Muchas veces se decía: “ Tanto estudiar para nada”. Pero no, le encanta estudiar y enseñar. A ello había dedicado media vida. Sus alumnos decían que era la Virgen de Lourdes.

Prepara la comida mientras contesta los wassap y mira el face. Comen viendo la tele. Ella odia eso . Se evade y ya está. Recoge la cocina, odia fregar los platos, así que al lavavajillas. Ella siempre había pensado que era tontería hacer lo que hacen las máquinas. “Al alba, al alba”...otro capricho, no pudo ser. Otro capricho. Ya se me pasará.

Una siesta corta en el sofá con su cojín amarillo. Isabel está cansada. Como siempre ha dormido poco. Otro café y sus esmaltes de uñas mientras lee un libro de tantos que tiene en su mesa de cristal. Busca en google su canción favorita: “ No dudaría”, Antonio Flores. Prepara meriendas, otra pelea. Este niño come tan poco... A veces lo odia. Como ha cambiado. Recoge y a dar una vuelta corta. Tampoco su ciudad da para mucho más. Café y cigarrillo...el único vicio que le queda.
Su marido, bueno ya ex, siempre le reprocha: “ Eres peor que las niñas pequeñas, siempre tienes que comprar algo”. Ella lo mira y se sonríe. Veinticinco años ya!. Toda una vida juntos....Nuevo cambio de ropa, una camiseta vieja y poco más. ¡Odio la ropa, me pica todo!.

Y digo, anda ya niño!. Sube la música para fastidiarlo: Amistades Peligrosas. Juegos Peligrosos... Desde la cocina oye una nueva discusión. Intenta poner paz, no siempre lo consigue. Y grita “ Es que en esta casa no puede haber un día tranquilo?”. Sesión intensiva de wassap: “ buenos días, buenos días”, “Buenas noches, buenas noches”. Se ríe Isa.
Por fin a la cama. No sabe muy bien para que, da mil vueltas y cae en coma. Eso es lo que dice siempre. Estoy siempre tan cansada!!!. No sé de que le dice su marido. Ella lo mira...si las miradas mataran ya hace tiempo que estaría muerto.
 
Ahora escribo yo. Isabel. Ya estoy harta de que hablen por mí. Soy mayorcita para escribir lo que estime oportuno. Aquí estoy de nuevo. Son las 5: 42: 14. Leyendo la última estupidez: “Aunque los Ayuntamientos están saneados, hay que hacer un mayor esfuerzo”, (no digo quien, se dice el pecado pero no el pecador ).
De nuevo espero a que amanezca, me gusta la noche, el silencio y la oscuridad… Para cuando ellos se levanten yo ya tendré casi todo hecho. Un día voy a hacer la cama con ellos dentro... ganas me dan. Contra con tanto dormir. Parecen mantas!!!.

Por fin es de día, me voy a la calle por el segundo desayuno. La gente piensa que estoy tan delgada porque me mato de hambre. Que va!. Mi madre decía que tenía una solitaria.

Otro día, otra oportunidad.
 
Y este es mi pequeño gran relato. No sé si es bueno o es malo. En cualquier caso es la verdad. La vida de una mujer que odia envejecer, a la que no le gustan los ordenadores. Prefiero un lápiz y un papel. No necesito más ( un pilot si es posible, me encanta su color azul- violeta). Es una vida sencilla que no simple ( en Castellano no hay sinónimos perfectos). Mi “profe”de literatura me enseñó bien. José Carlos Rosales. A él le debo todo lo que sé, jamás falté a una clase suya y eso que era los lunes a primerísima hora.
 
Y sin más se despide Isabel- Isa para los amigos- la vida de una mujer complicada, rara, egocéntrica pero tonta de buena. “ tonta- pava”, decía su abuela. Como la echo de menos. Su casa era mi refugio cuando reñía con mi madre. Esta pelirrojilla se va a la cama a soñar con París. Adoro esta ciudad!
Au revoir, no adieux. Es demasiado definitivo esto último.
                    FIN

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