MI
HISTORIA DE RECUPERACIÓN.
Era
muy joven cuando una enfermedad truncó mi vida.

En
todos los años de lucha con la enfermedad no podía evitar mirar mis
dibujos y sentir anhelo del trabajo bien hecho. Mi trazo se había
vuelto oscuro y burdo. Había olvidado todo lo que aprendí. Por un
tiempo me conforme con la destreza perdida, pensando que nunca
volvería recuperarla.
---¡Maldita
tarada! – solía pensar.
---
Ni tus manos te responden.
Llegué
a tocar fondo y tal como pasan en estos casos ya no podía ir más
que hacía arriba.
Me
puse en manos de especialistas que me mandaron al Hospital de Día de
Motril y comenzaron a trabajar con un trozo de carne sin voluntad
alguna. A fuerza de andar y andar logre bajar de 140 kilos a 75. Deje
varias adicciones perjudiciales por las que perdí tantísimas cosas,
hasta la dignidad.

Mis
agradecimientos al todo el personal de Hospital de día de Motril,
los que han estado y los que vendrán, por ayudarme, alentarme y no
dejarme sola en mis recaídas y mi profunda admiración por el
trabajo bien hecho.
Autora:
VTR
Hola V. Muy bien tu escrito. Felicidades por esta recuperación y mucho aánim para seguir adelante. Un saludo
ResponderEliminarGRACIAS POR ACORDARTE DE NOSOTROS, Y ANIMO PARA SU NUEVO TRABAJO, SIEMPRE NOS QUEDA POR APRENDER.
EliminarLeia en un sobre de azúcar que a veces nos encontramos en medio de la nada, y otras veces dentro de la nada es cuando nos encontramos, quien sabe si experiencias como el paso por el HD, son recorrido de vida y no de enfermedad, porque la vida es destino y no causa, la enfermedad tiene un fin y no solo una causa.
ResponderEliminarPasar por un hospital te puede ayudar a recuperar hábitos saludables. Un saludo.
EliminarComo nos cuesta entender que a veces ir a un centro nos puede ayudar a empezar a caminar, a salir de ese abismo al que nos ha hundido la enfermedad y todos esos síntomas negativos. Me ha gustado mucho tu historia porque acaba bien. Un saludo.
ResponderEliminarEstamos de acuerdo con tu comentario y ánimo para seguir adelante.
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