lunes, 27 de junio de 2022

 

TEXTOS CREATIVOS...EL PLACER DE ESCRIBIR...


Con el taller de “escritura creativa” del Hospital de Día de Salud Mental de Motril, pretendemos crear un espacio donde proponemos “disparadores creativos” que nos ayuden a potenciar la creatividad y el uso del lenguaje tanto escrito como oral.


Como objetivos nos planteamos retomar ciertas habilidades que tenemos abandonadas, como la escritura, trabajando la creación literaria desde la desinhibición y el desbloqueo.

Con las propuestas que planteamos en el taller, mejoramos también la dicción, el ritmo narrativo y la modulación de voz.

A través de estas actividades también reforzamos la autoestima, ya que somos escuchados por el resto del grupo al finalizar cada propuesta.

Una de las propuestas que hemos trabajado en el taller, ha sido el desarrollar una breve historia, enmarcada en dos títulos posibles: “Un Dios Cobarde” y “El Psicólogo Perfecto”.

De estos dos títulos, han salido estas escritos...

UN DIOS COBARDE

Andaba dios de acá para allá, creando mundos. Tal era su infinito poder, que los mundos se le iban cayendo de los bolsillos sin él pretenderlo siquiera... y entre estos mundos de creación espontánea, estaba la Tierra.

Un día dios se levantó con la firme decisión de no volver a ocuparse de los mundos que él no había creado voluntariamente. De esta forma se puede explicar que, ante las catástrofes que ocurren en nuestro mundo (guerras, genocidios, crímenes, terremotos…) dios no haga nada.

Los cristianos somos muy dados a invocar el poder de dios ante cualquier catástrofe, pero nadie se ha parado a pensar, que no se le puede pedir nada a nadie. Los milagros los tenemos que poder hacer nosotros mismos.


DIOS COBARDE

En cuanto sentí su llamada lo hice el centro de mi vida. me convertí en su sierva y esclava. Hice de él mi dios omnipresente en todas las facetas de mi existencia. Le concedí la omnipotencia de hacer conmigo lo que quisiera... Sin embargo, poco a poco fuí descubriendo que mi dios tenía los pies de barro. Mentiras, falsedades, traiciones...terminaron por desenmascarar a ese mi dios cobarde, que no era nada más que un pobre diablo.


EL PSICÓLOGO PERFECTO

Antes de nada, cabe recordar, que como seres humanos, nos definen nuestras rarezas, imperfecciones y complejidades. La aburrida perfección queda reservada para los Dioses, o las máquinas tal vez. Dicho esto, vamos a imaginar...

El psicólogo perfecto sería una especie de superhéroe con una capacidad enorme de empatizar y compartir las cargas emocionales del que tiene delante de él, hasta el punto de sentirlas como propias, y sin que esto le afectara negativamente.

También debería poder adaptarse a cada tipo de personalidad, para conectar y crear un vínculo único, afín a cada paciente.

Obviamente sería muy inteligente, reflexivo, estudioso... pues comprendería impecablemente, los complejos mecanismos y entresijos de la mente humana.

Para terminar, el espacio elegido donde conversar también debería ser sanador. El enclave perfecto estaría en plena naturaleza, lejos de nocivos ruidos, humos, asfalto, pantallas...

Tampoco habría transacciones económicas entre paciente y psicólogo, pues esto no ayuda a generar confianza.

Lo ideal sería que fuese un gran profesional por vocación, voluntario y que su trabajo fuera totalmente altruista... Esto sucedería en una sociedad unida y comprometida con cada uno de nosotros, y esta misma sociedad, se ocuparía de recompensar de manera justa su gran labor.

Pero este…ya es otro tema...

No hay comentarios:

Publicar un comentario