REFLEXIONES
SOBRE MI TRAYECTORIA EN SALUD MENTAL
Buenos
días, mi nombre es M y hace 7 años tuve contacto por primera vez
con un profesional de la salud mental, en mi estado de ansiedad e
incoherencia poco podía entender ni verbalizar mi situación ante
el, su cara de sorpresa provoco en mi aun mas ansiedad, y cuando ya
creí que no podía tocar mas fondo se produjo algo que me calmo y me
dio un respiro, la enfermera que había en la misma sala se acerco a
mi y me abrazo y asintió con la cabeza mientras yo relataba
demasiado atribuladamente todas las situaciones que llevaba calladas
demasiado tiempo. Ese abrazo a hecho mas por mi que cualquier
explicación teórica, porque la clave de un tratamiento es empatizar
con la persona que te trata, somos seres humanos y la humanidad debe
prevalecer ante un protocolo de actuación. Con un simple abrazo las
respuestas de ansiedad y stress de una persona se calman para poder
luego desde un enfoque más calmado comprender la teoría sobre en
qué consiste por ejemplo un brote psicótico o un estado de
ansiedad.
En
la salud mental, las emociones juegan un papel decisivo, y para
gestionarlas con una persona que está sufriendo se debe tener una
capacidad de empatía mas allá de las reglas de cortesía, en mi
propio proceso de curación, yo mismo me di cuenta que la burbuja
teórica y social que me había llevado al éxito en los estudios y
el trabajo, me había llevado a una isla que distaba mucho de la
realidad del día a día, y más aun de los tiempos que vivimos,
recuerdo pasar de leer grandes tomos de derecho a buscar palabras en
Internet como ansiedad, bullying, insomnio, corrupción, etc.
Gestionar las emociones en momentos para los que tu mente no estaba
preparada fue algo para lo que ni el mejor de los libros me pudo
ayudar, al final mi mente dijo basta e inicie afortunadamente un
camino por los distintas áreas de actuación de la salud mental que
me han llevado a ser no solo una persona más capaz de gestionar y
anticipar un problema de salud mental, si no a ser más humana y
comprensiva con él a veces incomprensible realidad que nos rodea.
En
las distintas áreas desde médico de atención primaria, pasando por
agudos y el Hospital de día, lo que más ayuda siempre es el sentir
que eres escuchado, que dos personas no son iguales, es decir cuando
te dicen que cada uno tenemos nuestro proceso y que no hay que
acelerarse por si tardas más o menos en curarte, eso ayuda a tomar
distancia y a comprender que la psicología se practica mas que se
estudia. Que un profesional sepa trasladar sus conocimientos al
paciente en un lenguaje que le sea accesible y ameno, dándole un
cierto humor hasta las situaciones más duras me ayudaron mucho,
fomentar los lazos entre pacientes, el asociacionismo, ayuda
muchísimo porque sientes que de un problema sale no solo una
solución sino una utilidad social. Que médicos de atención
primaria tengan la experiencia de pasar aunque fuera una semana por
Hospitales de día ayudaría mucho a que muchas patologías no se
agraven o se alarguen innecesariamente.
Hace
unas meses recuerdo estar en una reunión con una supervisora de
recursos humanos de la cadena de supermercados de España más
grande, y leía que en sus protocolos de formación al cliente de su
cadena le denominan jefe, cuando el jefe tal, cuando el jefe cual,
quizá esa sea una de las razones de que tanto clientes como
trabajadores estén contentos y sea una cadena muy productiva. Al
final si un paciente no siente que tiene parte en el proceso y se
desvincula de él, el único que puede echarse las culpas es el
profesional que cobra y se ha cualificado para ello, seguramente si
en Occidente se fomentara asignaturas relacionadas con la psicología
desde los colegios reducirían el volumen de pacientes pero como no
es así los profesionales de la salud mental son por ahora el
vehículo para que se produzca la apertura del paciente a la toma de
decisiones, así como el uso de protocolos de actuación provenientes
de la medicina oriental menos costosos y más duraderos en sus
efectos a la larga.
Un
paciente que pasa de padecer una enfermedad a domesticarla,
comprenderla y preverla en si mismo y en otras personas, es una
herramienta demasiado útil como para no usarla por las instituciones
sanitarias, hoy día que se piden mas y mas medios económicos y
profesionales, empecemos por dar un paso al lado y valorar los
recursos humanos y gratuitos de que disponemos.
Autor:
M.L