MI
HISTORIA DE RECUPERACIÓN.
Era
muy joven cuando una enfermedad truncó mi vida.
Mi
talentosa carrera como dibujante se rompió en añicos, tantos como
conexiones neuronales tenía. Solía disfrutar construyendo facciones
certeras, hechas con gran destreza. Nada se me resistía: pastel,
grafito, lápices acuarelables o ceras manley, que solían
considerarse un trabajo de niños, pero que yo definía como el óleo
del dibujo. Repentinamente todas esas cosas incluso en los pequeños
detalles dejaron de interesarme.
En
todos los años de lucha con la enfermedad no podía evitar mirar mis
dibujos y sentir anhelo del trabajo bien hecho. Mi trazo se había
vuelto oscuro y burdo. Había olvidado todo lo que aprendí. Por un
tiempo me conforme con la destreza perdida, pensando que nunca
volvería recuperarla.
---¡Maldita
tarada! – solía pensar.
---
Ni tus manos te responden.
Llegué
a tocar fondo y tal como pasan en estos casos ya no podía ir más
que hacía arriba.
Me
puse en manos de especialistas que me mandaron al Hospital de Día de
Motril y comenzaron a trabajar con un trozo de carne sin voluntad
alguna. A fuerza de andar y andar logre bajar de 140 kilos a 75. Deje
varias adicciones perjudiciales por las que perdí tantísimas cosas,
hasta la dignidad.
Al
estar en mejores condiciones de salud recupere la sonrisa. Apenas
perceptible al principio y más notable conforme iba disciplinándome.
Al recuperar la sonrisa pude plantearme nuevas metas y aunque no ha
sido un camino fácil, lleno de caídas y remontadas, siendo
consciente de que no seré nunca perfecta pero que se puede crecer y
construir un proyecto de futuro tras una enfermedad mental. Incluso
he conseguido tener pareja y aunque no se cuanto durará espero que
seamos tan felices como podamos mientras dure.
Mis
agradecimientos al todo el personal de Hospital de día de Motril,
los que han estado y los que vendrán, por ayudarme, alentarme y no
dejarme sola en mis recaídas y mi profunda admiración por el
trabajo bien hecho.
Autora:
VTR
Hola V. Muy bien tu escrito. Felicidades por esta recuperación y mucho aánim para seguir adelante. Un saludo
ResponderEliminarGRACIAS POR ACORDARTE DE NOSOTROS, Y ANIMO PARA SU NUEVO TRABAJO, SIEMPRE NOS QUEDA POR APRENDER.
EliminarLeia en un sobre de azúcar que a veces nos encontramos en medio de la nada, y otras veces dentro de la nada es cuando nos encontramos, quien sabe si experiencias como el paso por el HD, son recorrido de vida y no de enfermedad, porque la vida es destino y no causa, la enfermedad tiene un fin y no solo una causa.
ResponderEliminarPasar por un hospital te puede ayudar a recuperar hábitos saludables. Un saludo.
EliminarComo nos cuesta entender que a veces ir a un centro nos puede ayudar a empezar a caminar, a salir de ese abismo al que nos ha hundido la enfermedad y todos esos síntomas negativos. Me ha gustado mucho tu historia porque acaba bien. Un saludo.
ResponderEliminarEstamos de acuerdo con tu comentario y ánimo para seguir adelante.
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